23/5/10

TSUNAMI



Un tsunami es una serie de olas, que se generan en un océano u otros cuerpos de agua, a causa de terremoto deslizamientos de tierra, erupción volcánica o impacto de meteoritos. Los tsunamis generan grandes daños cuando chocan contra las costas.

Las olas de un Tsunami son diferentes a las que llegan hasta las orillas de los mares. A medida que un tsunami viaja en dirección a las aguas menos profundas de la costa, disminuye la longitud de onda, disminuye también la velocidad, pero aumenta en altura.



Pocos minutos antes de que un tsunami choque contra la costa, el agua que se encuentra cerca de la costa se retirará y podrá verse el fondo marino. Por lo general, la primera ola no es la más grande, y cada 10 a 60 minutos llegarán más olas. Estas olas se mueven mucho más rápido de lo que puede correr una persona. El peligro de un tsunami puede durar muchas horas después de la primera ola.

Las costas afectadas por un tsunami se erosionarán causando inundaciones hasta cientos de metros tierra adentro. El agua se mueve con tal fuerza que es capaz de destrozar casas y otro tipo de edificaciones.

¿Cómo se forman los Tsunamis?
Los deslizamientos de tierra submarinos pueden generar grandes terremotos y originar olas tsunamis que se forman cuando el agua intenta regresar a una posición estable.

La erupción de volcanes submarinos también puede generar suficiente fuerza para crear una gran columna de agua y dar origen a un tsunami.

Los impactos de asteroides perturban el agua de la superficie, a medida que la energía de los pedazos es transferida al agua.



¿Donde se produce el Tsunami?
El Océano Pacifico es propenso a la producción de tsunamis en virtud de la gran cantidad de sismos submarinos (maremotos), sobre todo por el tipo de falla que ocurre entre las placas de Nazca y Sudamericana en el que suelen producirse fenómenos de subducción (introducción de una placa tectónica bajo la otra, produciendo un gran desplazamiento de aguas).

CALENTAMIENTO GLOBAL Y EL EFECTO INVERNADERO

¿Qué es el calentamiento global?
Es el aumento de la temperatura media del planeta, lo que implicará cambios en el clima a nivel mundial y con ellos cambios en los ecosistemas, la agricultura y las sociedades.

¿En qué consiste el efecto invernadero?
Veamos el siguiente esquema, en el que se muestra qué ocurre con la energía que llega a la tierra procedente del sol en forma de luz.



1º La radiación solar que llega a la tierra. Es la radiación procedente del sol. Este tipo de radiación atraviesa la atmósfera casi sin obstáculos. Los principales gases de la atmósfera (oxígeno, nitrógeno, vapor de agua y dióxido de carbono) son transparentes a la luz visible. La fracción ultravioleta de la luz solar es absorbida por la capa de ozono.
2º Parte de la radiación incidente, al chocar con las nubes y otras partículas de la atmósfera es reflejada al espacio exterior.
3º Una fracción de la radiación incidente que alcanza la superficie terrestre es reflejada y atraviesa de nuevo la atmósfera como luz visible.
4º La radiación incidente no reflejada, es absorbida por la tierra. La energía absorbida hace que la temperatura de la superficie terrestre aumente. La superficie terrestre, calentada por los rayos solares posee una baja temperatura (15ºC de media). La tierra se enfría emitiendo radiación infrarroja, que es invisible.
5º Radiación absorbida por la atmósfera. Gases invernadero que absorben la energía infrarroja, incrementando de esta forma la temperatura de la atmósfera.
6º Radiación reemitida por la atmósfera al espacio exterior. La atmósfera, reemite radiación infrarroja. Una parte escapa hacia el espacio exterior.
7º Radiación reemitida por la atmósfera a la superficie terrestre. Otra parte de la radiación es reemitida hacia la superficie terrestre, calentando a ésta.

Este proceso natural se ha mantenido en equilibrio más o menos estable durante miles de años. Pero a partir de la revolución industrial, el hombre ha estado introduciendo en la atmósfera más CO2 del que el planeta puede asimilar. De este modo, la concentración de CO2 en la atmósfera ha ido incrementando y con ella la capacidad de absorción de energía por parte de la atmósfera y el calentamiento de la superficie terrestre. Este CO2, principal causante del calentamiento global, procede mayoritariamente de los combustibles fósiles, que el ser humano utiliza.

¿Se ha calentado ya el planeta o es algo que ocurrirá en el futuro?
El calentamiento global es algo que está ocurriendo ya.
“El calentamiento del sistema climático es inequívoco, como lo evidencian ahora las observaciones de los incrementos en las temperaturas medias del aire y del océano, el derretimiento generalizado del hielo y de la nieve, y la elevación del nivel medio del mar en el mundo”.





¿Qué ocurrirá en el futuro?
Consecuencias directas:
1. Aumento de las temperaturas máximas y del número de días calurosos. Olas de calor más frecuentes.
2. Disminuirá la cubierta de nieve planetaria
3. Disminución de días fríos y de las heladas.
4. Mayor frecuencia de lluvias intensas.
5. Aumento de la desecación en verano y mayor riesgo de sequía.
6. Ciclones más intensos.
7. Fusión de los hielos continentales y oceánicos.
8. Subida del nivel del mar.

Consecuencias indirectas:
1. Desaparición de ecosistemas y extinción de especies animales y vegetales a escala planetaria.
2. Deforestación y desertificación
3. Desaparición de glaciares y ríos asociados a los mismos.
4. Daños en la agricultura y la ganadería. Hambre.
5. Desarrollo de plagas y difusión de enfermedades portadas por insectos.





Como consecuencia del calentamiento global, el planeta perderá capacidad para proveernos alimentos y agua potable. Los fenómenos meteorológicos poco habituales, como grandes sequías, olas de calor o inundaciones, se harán más frecuentes. Los sistemas naturales (bosques, praderas, ríos, costas…) sufrirán una intensificación en su estado de progresiva degradación.

¿Cómo se puede luchar contra el cambio climático?
La acumulación de CO2 en la atmósfera procede de la combustión de combustibles fósiles como el gas, el carbón, el petróleo y sus derivados, de los que obtenemos la mayor parte de la energía que utilizamos.
Reduciendo el consumo de energía, reducimos también las emisiones de CO2.